Estamos muy habituados a oír que el crecimiento de la empresa es una herramienta de competitividad. Cuanto mayor es la empresa, mejor puede aprovechar los recursos, ofrecer un servicio más adecuado al cliente. Incluso me atrevería a decir que el tamaño de la empresa también es una medida del éxito empresarial. Pero ésta es una visión externa a la empresa.
¿Qué pasa cuando nos ponemos en la piel de la persona que gestiona el negocio? El crecimiento de este negocio es un imperativo o una opción? Pues depende.
Si el negocio está en sus etapas iniciales, este crecimiento de la empresa es imperativo. Es necesario que la empresa alcance una dimensión que le permita cubrir los gastos que tiene como negocio así como devolver el endeudamiento que ha asumido en la puesta en marcha. Y cuando hablamos de cubrir todos los gastos, nos referimos literalmente a todos los gastos, incluyendo el sueldo de la persona que la gestiona y la recuperación de las inversiones realizadas. Puedes ver estos puntos detallados en: La empresa en control en 1 hora: gastos fijos.
Una vez alcanzado este punto, el siguiente paso es obtener un beneficio. Hay que plantearse si para obtenerlo la empresa debe crecer o bien podemos reducir el gasto. En empresas pequeñas, normalmente los gastos están muy controlados y es difícil reducirlos per se. Pero a veces sí es posible trabajar los procesos para que duren menos tiempo, o bien se puedan hacer de manera más automatizada.
A partir de este momento podemos decir que sí, que el crecimiento de la empresa pasa a ser una opción. ¿Por qué nos podemos plantear crecer? Puede haber múltiples causas:
No creamos que el crecimiento de la empresa signifique hacer más cantidad de lo mismo. Al contrario, crecer implica cambio, implica repensar el negocio, la forma en que hacemos las cosas, cómo utilizamos los recursos, como nos damos a conocer al cliente como organización. Implica evolucionar la empresa. A menudo, para ganar lo mismo o menos en una primera etapa y para incrementar el beneficio en una segunda.
Para que el crecimiento de la empresa tenga éxito es necesario que tenga dos ingredientes: el primero, que sea una opción consciente, una elección; el segundo, que se planifique y que hagamos seguimiento, de lo contrario podemos trabajar más y ganar lo mismo.
En los próximos posts hablaremos de este crecimiento que muchas empresas desean. ¿Cuáles son los elementos clave? ¿Cómo lo podemos planificar para que tenga éxito?
En proyectos en los que te juegas mucho te ayudo a entender y a orientar tu empresa desde un punto de vista estratégico, para que puedas clarificar, estructurar y planificar las mejores opciones para ejecutar tus proyectos. ¿Hablamos?
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